Sanitaria, mamá de dos peques, altamente sensible, en constante aprendizaje y actualización, fiel defensora de la crianza respetuosa y de tener en cuenta la parte emocional de peques y madres. Tengo un firme propósito: enseñarte todo lo que debes saber sobre primeros auxilios con información actualizada y fácil de entender para que controles tu miedo, te empoderes y puedas ayudar a tu peque de forma tranquila y segura.
Estas son algunas de mis colaboraciones y apariciones en medios. ¡Ah! y fui finalista de los premios Inspírate de Madresfera en la categoría de Salud.
Soy Técnico en Emergencias Sanitarias desde hace más de 16 años.
Compagino las guardias con la docencia para:
o Nuevos Técnicos en Emergencias.
o Certificados de profesionalidad.
o Formación en Primeros Auxilios Generales, Pediátricos, en la naturaleza.
o RCP + DESA.
o Evaluar o ejercer de jurado en certámenes de FP.
Tengo formación en:
o Primeros Auxilios Psicológicos.
o Derecho Internacional Humanitario y Operaciones de Paz.
o Soporte Vital de Trauma Prehospitalario.
o Baby Sign Original y en Lengua de Signos Española.
Y además, soy voluntaria de:
o Cooperación Internacional de la Cruz Roja y Media Luna Roja.
o Programa de Socorros.
o Equipo de Respuesta Inmediata en Emergencias Sanitarias.
Soy Nerea Moya, una treintañera nacida en Madrid, apasionada del mundo sanitario y madre, como tú.
La falta de decisión típica de la adolescencia y las presiones familiares me llevaron a estudiar la carrera de finanzas, ¡y mira que odiaba las matemáticas!
Y sí, aguanté hasta el último curso de carrera, pero… ¿de verdad te interesa que sigamos hablando de esto?
Mejor te cuento cómo he llegado hasta aquí.
Durante mis años de universidad descubrí mi verdadera vocación: ayudar a los demás. Así que comencé a trabajar en Cruz Roja atendiendo todo tipo de emergencias: partos, reyertas, accidentes… Tengo mil y una historias (qué le voy a hacer, me va la marcha).
Y entre guardia y guardia impartía cursos de primeros auxilios a voluntarios, empresas y colegios. Los compaginaba con mi puesto de auditora en una multinacional.
Vamos, que sobrevivía en un empleo que no me gustaba y el resto de mi tiempo disfrutaba de mi vocación.
En más de una ocasión he llegado a empalmar una guardia nocturna con el trabajo. Pero ya sabes, sarna con gusto…
Hasta que me quedé embarazada.
Una tarde, mientras enseñaba la maniobra de reanimación cardiopulmonar a mis alumnos empecé a sangrar.
Mala señal.
Estuve en reposo hasta el séptimo mes de embarazo.
Brais, mi niño que ahora tiene 2 años, hizo que me diera cuenta de lo que de verdad importa.
Cuando solo faltaban 15 días para que diera a luz, supe la noticia: mi jefa había decidido despedirme.
Al mismo tiempo, mi carrera como sanitaria en la que había puesto tanto esfuerzo y entusiasmo comenzó a desmoronarse.
Ya no me sentía a gusto trabajando por las noches, ni pasando más de ocho horas fuera de casa. Lo que quería era estar con mi bebé y no perderme esos momentos únicos de su crianza.
Fue una etapa difícil: sin empleo, con un bebé de meses y miles de incertidumbres y dudas.
Ese coraje que nace con la maternidad, viene acompañado de la inseguridad y el miedo. Cuando tu bebé llora y no sabes por qué, te bloqueas, no puedes pensar con claridad, comienzas a sudar y muchas veces, acabas llorando con él.
Mi empeño en comunicarme con Brais antes de que pudiera hablar, me llevó a descubrir el Baby Sign Language.
El día que mi hijo me signó “pupa” para hacerme saber que le dolía la tripa, vi la luz. Ese era el camino: ayudar a otras madres y educadoras con la crianza de los niños.
Así que me formé como instructora en la escuela Nimbe, ¡qué mundo tan apasionante el del lenguaje de signos!
– ¿Y por qué no combinarlo con mis conocimientos de primeros auxilios? -, pensé.
Y así fue como me lancé a emprender mi propio negocio. Con mucha ilusión, trabajo y ganas de hacerle la vida más fácil a otras madres y educadoras que viven momentos complicados como yo.
Eso es lo que da sentido a mi proyecto.